¿Cómo es una jornada de ojeos en El Crespo?
En un día normal de ojeo, nosotros organizamos la cacería con un grupo de entre 5 y 10 cazadores (con o sin acompañante), siendo de 8 el número más apropiado. Disponemos de 10 vehículos todo terreno para llevar a los clientes y amigos a los ojeos. En cada ojeo intervienen unos 60 ojeadores además del secretario, un cargador por cada cazador, los encargados del ojeo, el camarero para el aperitivo, el perrero y el guarda entre otros.
Lo primero que hacemos es servir el desayuno en la casa, para a continuación salir hacia el lugar de la cacería.
Normalmente se cazan dos ojeos antes de ofrecer un aperitivo en el campo, y a continuación, se caza un tercer ojeo. Tras éste, se sirve la comida en la casa o en el campo y, después de comer, se cazan uno o dos ojeos más, dependiendo del número de perdices que se hayan cazado hasta el momento.
Al finalizar la cacería, volvemos a casa y, mientras nuestro excelente personal limpia las escopetas y botas para que estén listas para el día siguiente, preparamos algo refrescante para nuestros cazadores y acompañantes, los cuáles disfrutan de conversaciones sobre el día de ojeo o descansan hasta la hora de la cena.
Nuestras casas, situadas en el centro de la propia finca, están atendidas por nuestro excelente servicio, que harán que su estancia en El Crespo sea de lo más placentera.
Una cacería del El Crespo es una experiencia maravillosa e inolvidable en la que ofrecemos exclusivos programas con un trato preferente. Hacemos todo lo que está en nuestras manos para lograr que la estancia de nuestros invitados sea lo más confortable posible.
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