La caza de la perdiz roja en tierras manchegas destaca por su tradición, belleza y elegancia y en
El Crespo podrás disfrutar de los ojeos más exclusivos de España. Una experiencia increíble, única e inolvidable.
La velocidad y la altura del vuelo de la perdiz roja dependen del terreno en el que se encuentren y del viento. Nuestro terreno está lleno de especies autóctonas perfectas para convertir el ojeo en un gran reto. Si nos encontramos en terreno quebrado, este favorece a que el vuelo de la perdiz sea más alto y más veloz y es perfecto para aumentar la dificultad de tiro del cazador. Los grandes aficionados prefieren este tipo de terrenos.
La caza es un desafío para cualquier cazador que se precie, por el gran número de perdices y la valentía y fortaleza de estas además de su espectacular vuelo. La perdiz roja bate sus alas huyendo encima de los cazadores situados en la falda de la montaña.
La Madre Naturaleza puso las perdices en nuestros campos y desde entonces no ha habido sobre la tierra tanta riqueza cinegética.
Nuestro coto es perfecto para la caza de la pieza autóctona sedentaria y territorial, la perdiz roja, gracias a su orografía especial llena de desniveles y cañadas. Las perdices prefieren los campos de cereal y viña para vivir, pero también se defienden en zonas montañosas.
Nuestro coto de caza de El Crespo tiene una gran reputación por la alta calidad de nuestras perdices y el excepcional trato que ofrecemos a los clientes y amigos.